
Qué es la vasectomía?
La vasectomía es una técnica de contracepción masculina. Es más segura, más sencilla, más barata e igual de eficaz que la esterilización femenina. Su utilización como técnica contraceptiva varía significativamente entre los distintos países. Los países con mayor porcentaje de parejas que utilizan la vasectomía son Nueva Zelanda, Canada, Estados Unidos e Inglaterra (más del 10% de las parejas). En España, alrededor de un 9% de las parejas se deciden por la vasectomía como método de control de la natalidad. Por el contrario, en los países subdesarrollados, el porcentaje es mínimo.
La vasectomía consiste en interrumpir el paso de los espermatozoides desde el testículo hasta los conductos eyaculatorios, de manera que en el semen no aparezcan espermatozoides. Para ello es preciso cortar lo que se denomina conducto deferente, un tubo que se localiza por encima del testículo, en el cordón espermático.
Eficacia de la vasectomía
El propósito de la vasectomía es conseguir la esterilización del varón. Por tanto su eficacia será total si se consigue esto en el 100% de los casos. Se ha comprobado que la eficacia de la vasectomía depende de la experiencia del cirujano y de la técnica de oclusión de los extremos del conducto deferente. Las tasas de eficacia global son superiores al 99%, o dicho de otra forma, solo fracasa en 1 a 3 de cada 1000 pacientes.
Si la técnica fracasa suele ser casi siempre por lo que se denomina una recanalización, es decir porque los extremos del conducto seccionado vuelven a unirse de forma espontánea. Esto suele ocurrir en los primeros tres meses (recanalización precoz) siendo excepcionales a partir de entonces (recanalización tardía). Se ha comprobado que la separación de ambos extremos del conducto deferente interponiendo una fascia (vaina) hace casi imposible que esto ocurra.
Seguridad de la vasectomía
La vasectomía es una técnica quirúrgica segura, con un porcentaje muy bajo de complicaciones. Aún así pueden ocurrir alguna de las siguientes:
-Hematoma: Su incidencia global es menor del 2% y aún más raro si se utiliza la técnica de vasectomía sin bisturí.
-Infección de la herida: Es excepcional. Se estima que es menor del 0,2% con la técnica sin bisturí. La mayoría son limitadas y se tratan con un ciclo simple de antibióticos.
-Dolor post-vasectomía: Durante los primeros días tras la vasectomía puede haber ciertas molestias, sin embargo el dolor a largo plazo es excepcional. Cuando ocurre, se debe generalmente al aumento de presión en el epidídimo con la consiguiente dilatación del mismo. Generalmente responde al tratamiento antiinflamatorio y conservador.
-Granuloma espermático: Es una reacción inflamatoria secundaria al extravasado de espermatozoides en el punto de sección del conducto. La mayoría de las veces pasan desapercibidos y solo se detectan en la exploración. Ocasionalmente pueden producir dolor, que cede con el correspondiente tratamiento médico.
-Vasectomía y cáncer de próstata: En los años 90, algunos estudios alertaron de un posible aumento de la incidencia de cáncer de próstata en varones vasectomizados. Sin embargo, estos estudios han sido desmentidos después por otros realizados con mayor rigor científico, que concluyen que no es posible afirmar que la vasectomía implique un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.
Nuestra técnica de vasectomía


Nuestra técnica
Nosotros empleamos la técnica de vasectomía sin bisturí, que consideramos más simple y con menor incidencia de complicaciones.
Lo primero que haremos, será localizar entre nuestros dedos el conducto deferente y fijarlo. A continuación notará un pinchacito y cierto escozor por la aplicación de la anestesia. Una vez anestesiado, con el instrumental específico, abriremos un pequeño ojal en la piel, a través del cual sacaremos el conducto deferente, lo cortaremos, ligaremos, cauterizaremos y separaremos ambos cabos para evitar una posible recanalización espontánea. Usted no notará nada, como mucho que le tocamos, pero no debe sentir dolor. Reintroduciremos el conducto seccionado en el escroto y no será preciso dar ningún punto en la piel. A continuación repetiremos el procedimiento en el otro lado. La intervención finaliza con la colocación de dos pequeños apósitos
Postoperatorio y seguimiento
Cuidados en el postoperatorio
Al llegar a casa, recomendamos tomar una primera dosis de algún antiinflamatorio (por ej ibuprofeno 600 mg o paracetamol 1 gr.) que puede repetirse, en caso de necesidad, cada 8 horas. Ese día, debe realizar reposo. Se recomienda utilizar un slip ajustado durante los primeros días o un suspensorio escrotal (los venden en farmacia)
En cuanto a la reincorporación al trabajo, si se trata de un trabajo sedentario, puede ser casi a las 24 horas. Si precisa cierto esfuerzo físico, tómese si puede 3-4 días.
Las relaciones sexuales puede reiniciarlas a la semana de la intervención, pero no olvide que debe utilizar un método anticonceptivo hasta que le digamos.
Seguimiento. Realización del seminograma
A los dos meses de la intervención realizaremos el seminograma. Es deseable que previamente haya tenido de 15 a 20 eyaculaciones. Para ello debe recoger una muestra de semen por masturbación, en un recipiente estéril y llevarla al laboratorio correspondiente. Lo habitual es que en ese análisis ya no haya espermatozoides (azoospermia) y con eso ya se puede considerar estéril y no harán falta más controles. Sin embargo, en algún caso, puede ser necesario repetir el seminograma, porque aparezca algún espermatozoide en la primera muestra. Es por tanto fundamental, que nosotros le demos el visto bueno a los análisis.