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Qué es la vasovasostomía?

La vasovasostomía es la intervención quirúrgica destinada a revertir una vasectomía previa. Aunque de forma esporádica comenzó a realizarse a principios del siglo pasado, no fue hasta 1977 cuando se popularizó gracias a la descripción de Silber de su técnica microquirúrgica.

 

Factores predictivos del éxito de la vasovasostomía

Generalmente existe una tendencia a la disminución de la tasa de embarazo a medida que aumentan los años transcurridos desde la vasectomía. Algunos autores consideran que sobre todo, por encima de los 15 años, había una disminución significativa de dicha tasa. No obstante, aún así, se describen porcentajes de aproximadamente un 40%. Esto es al menos similar a las tasas de embarazo por ciclo de FIV-ICSI. Los mejores resultados, se obtienen en varones cuya vasectomía se realizó pocos años antes, pues pueden alcanzar el 80% si no existe ningún problema en su pareja.

La experiencia del cirujano y la realización de una técnica cuidadosa, es fundamental en este tipo de intervención.

 

Alternativas a la vasovasostomía: FIV-ICSI

El desarrollo de las modernas técnicas de reproducción asistida nos permite hoy extraer espermatozoides del testículo mediante una sencilla biopsia y utilizarlos para realizar una fecundación in vitro y microinyección espermática. De esta forma podemos conseguir que varones vasectomizados vuelvan a tener hijos. Sin embargo, esto implica un tratamiento de estimulación ovárica en la mujer, mediante inyecciones hormonales, la realización de una punción para extraer los folículos, la manipulación de los gametos en el laboratorio para que se desarrolle el embrión (“bebe-probeta”) y la transferencia de los embriones a la madre. Por tanto es un procedimiento que implica a ambos miembros de la pareja, existe el riesgo de embarazo múltiple y la tasa de embarazo por ciclo de FIV-ICSI es inferior globalmente a la de la vasovasostomía.

El coste de un ciclo de FIV-ICSI incluyendo la biopsia y la estimulación ovárica, suele superar al de la intervención y a veces son precisos varios ciclos.

En nuestra opinión la biopsia y FIV-ICSI estaría indicada en las siguientes circunstancias:

-Varones cuya pareja tenga una edad superior a los 40 años y/o mala reserva ovárica

-Varones que desean solo una fertilidad temporal (que después de tener un hijo se repetirían la vasectomía)

-Por dificultades técnicas o fracaso de vasovasostomía previa

Nuestra técnica
vasovasostomía microquirúrgica
vasovasostomía microquirúrgica
vasovasostomía microquirúrgica

Después de muchos años de experiencia, podemos realizar la intervención con anestesia general o anestesia local, según las preferencias del paciente. Siempre utilizamos microscopio quirúrgico, pues utilizamos suturas más finas que un pelo, apenas visibles a simple vista.

Empleamos una técnica basada en la vasectomía sin bisturí, que nos permite hacer incisiones mínimas, a través de las cuales localizamos el punto de sección del conducto (donde suele haber un pequeño granuloma) y extirpamos todo el tejido fibroso, desechando el segmento obstruido. 

Esta fase es más laboriosa que la propia sutura de los extremos del deferente, por cuanto el manejo debe ser muy cuidadoso para evitar lesionar el conducto y debemos asegurarnos de que ambos cabos están permeables. Lo deseable es que salga líquido claro desde el cabo testicular, aunque si no es así, también pueden aparecer espermatozoides en el mismo. Si no obtenemos ningún tipo de fluido y tenemos dudas acerca de su permeabilidad, desechamos un segmento mayor del deferente, siempre que técnicamente nos permita la anastómosis. Una vez preparados ambos cabos, procedemos a la sutura con un fino hilo de 9/0, mediante 4 o 5 puntos totales y 3 o 4 solo seromusculares. A  continuación repetiremos el procedimiento en el otro lado. La intervención finaliza con la colocación de dos pequeños apósitos.

 

Congelación de espermatozoides

Aunque el número de años transcurridos desde la vasectomía no es un obstáculo para el éxito de la intervención, en nuestra experiencia y en todas las publicaciones mundiales, la tasa de embarazos baja si han transcurrido muchos años tras la vasectomía. Por ello, en esos casos, ofrecemos la posibilidad de congelar los espermatozoides, generalmente mediante la realización de una biopsia testicular en el mismo acto quirúrgico o mediante su aislamiento del fluido que obtengamos del cabo testicular. Esto permite, que en caso de fracaso de la técnica, puedan utilizarse en un ciclo de FIV-ICSI (Fecundación in vitro y microinyección espermática), sin necesidad de tener que recurrir a una segunda intervención.

Postoperatorio y seguimiento

Tras la intervención, si ha sido con anestesia local, el paciente se irá a su domicilio. Si hubieramos utilizado anestesia general, subirá a su habitación o al hospital de día, donde transcurrirá el postoperatorio inmediato. 

Al llegar a casa, y los primeros días, recomendamos tomar algún antiinflamatorio (por ej ibuprofeno 600 mg o paracetamol 1 gr.) cada 8 horas. Se recomienda utilizar un slip ajustado durante los primeros días o un suspensorio escrotal (los venden en farmacia)

No se recomienda tener relaciones sexuales durante un plazo de tres semanas.

 

Seguimiento. Realización del seminograma

A los tres meses de la intervención realizaremos el primer seminograma.  La aparición de espermatozoides en el semen puede ocurrir de forma precoz o necesitar varios meses. Por eso puede ser preciso repetir el seminograma si en el primero no hubiera espermatozoides o el número o motilidad no fueran adecuados. Es frecuente que esto se estabilice a partir de los seis meses.

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